El fenómeno de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) ha generado condiciones climáticas extremas en España este otoño, posicionándose como uno de los eventos más peligrosos en el país. Según el climatólogo Jorge Olcina, ex presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles, las DANAS pueden llegar a producir lluvias tan intensas y cuantiosas como las de un huracán tropical, aunque con menos fuerza de viento. Estas lluvias torrenciales han provocado ya niveles de precipitación de hasta 500 litros por metro cuadrado en la región de Valencia, en tan solo seis horas.
¿Qué es DANA y por qué es peligrosa?
La DANA se refiere a una masa de aire frío que se aísla en niveles altos de la atmósfera, lo que le permite circular independientemente de los patrones habituales de la atmósfera. Este fenómeno meteorológico se vuelve particularmente peligroso al entrar en contacto con el aire cálido del Mediterráneo, ya que esta combinación crea condiciones extremadamente inestables. Así, durante las últimas etapas del verano y el otoño, las DANAS generan lluvias intensas que pueden resultar en inundaciones y daños significativos en las áreas afectadas.
Cómo impacta el Mediterráneo en la DANA
La alta temperatura del Mediterráneo en estas épocas del año es un factor crucial, ya que transfiere energía al sistema nuboso que acompaña a la DANA, intensificando así las tormentas y precipitaciones. Los expertos aseguran que este fenómeno es especialmente peligroso porque, al quedarse en áreas concretas durante días, provoca fuertes lluvias en lapsos de tiempo muy cortos.
Importancia y origen del nombre DANA
El término DANA también es un homenaje al meteorólogo español Francisco García Dana, en reconocimiento a sus aportaciones a la meteorología. Este fenómeno es más común en España y otras zonas del Mediterráneo, y aunque no todas las DANAS resultan en desastres, cuando se combinan con altas temperaturas marítimas y terrestres, pueden desencadenar lluvias torrenciales y grandes inundaciones.
Con el aumento de fenómenos meteorológicos extremos en Europa, los expertos instan a prestar atención a las DANAS y sus posibles efectos, ya que representan una amenaza creciente en la región ibérica, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas y en áreas con infraestructura vulnerable.