Este miércoles, los 133 cardenales electores se encerraron en la Capilla Sixtina para iniciar el cónclave y elegir al sucesor del Papa Francisco. La ceremonia comenzó con la fórmula “Extra omnes” (fuera todos) pronunciada por el maestro de Celebraciones Litúrgicas, Diego Ravelli, y los portones de madera de la Capilla Sixtina fueron cerrados.

Los cardenales permanecerán encerrados hasta alcanzar una decisión, sin contacto con el exterior. Se espera que realicen varias rondas de votación diaria hasta lograr los dos tercios necesarios para elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica. El resultado se anunciará a través del color del humo de las papeletas quemadas.

El nuevo pontífice deberá reunir al menos 89 votos, dos tercios de los 133 electores totales. Si no se alcanza un acuerdo en la primera votación, las votaciones proseguirán durante los próximos días. Los cardenales saldrán de la Capilla Sixtina para cenar y dormir, pero siempre dentro del territorio vaticano.

El mundo estará atento a los resultados de la primera votación y el color del humo indicará si se ha elegido un nuevo Papa o si el proceso continuará. La expectativa es alta mientras los cardenales deliberan y buscan llegar a un consenso para elegir al próximo líder de la Iglesia Católica.