La atención médica en hospitales públicos de México ha llegado a un punto crítico, con condiciones deplorables que ponen en riesgo la vida de los pacientes. La falta de camas, medicamentos y personal médico capacitado es solo el comienzo de una larga lista de problemas que aquejan a los centros de salud.

Los pacientes se enfrentan a largas esperas, reagendamientos de citas y tratamientos retrasados, mientras que los médicos y personal de salud trabajan en condiciones laborales indignas, con salarios bajos y largas jornadas de trabajo. La situación es tan grave que algunos hospitales han sido obligados a cerrar temporalmente debido a la falta de recursos y personal.

La crisis en la salud pública de México es un desastre en marcha, con consecuencias devastadoras para la población. La falta de inversión en infraestructura hospitalaria y personal capacitado ha llevado a una situación en la que los pacientes deben elegir entre pagar por atención médica privada o arriesgar su vida en un hospital público.

Es urgente que las autoridades tomen medidas para abordar esta crisis y garantizar que los mexicanos tengan acceso a atención médica de calidad. La salud es un derecho fundamental que no puede ser ignorado, y es hora de que se tomen acciones concretas para protegerla. La pregunta es: ¿Cuánto tiempo más podrán resistir los pacientes y el personal de salud en estas condiciones?
