El Tren Maya vivió su incidente más delicado desde su inauguración, luego de que uno de sus vagones se descarrilara en la estación Izamal, en Yucatán. El suceso, que activó de inmediato las alarmas y protocolos de seguridad, ha puesto en el ojo del huracán la operación y seguridad de uno de los megaproyectos de infraestructura más importantes del actual Gobierno federal.

El incidente ocurrió cuando el último vagón del convoy, al llegar a la estación, se salió de las vías. De acuerdo con el Gobierno federal, que brindó detalles del hecho este miércoles, se activaron de inmediato los protocolos de seguridad y el programa interno de Protección Civil, que incluyeron el uso del freno de emergencia para detener por completo la unidad.
Tras el descarrilamiento, las autoridades federales informaron que todos los pasajeros fueron evacuados sin complicaciones y atendidos conforme al protocolo de seguridad. Afortunadamente, no se reportaron heridos, pero el incidente ha generado inquietud y cuestionamientos sobre la seguridad del sistema ferroviario.
Para deslindar responsabilidades y determinar las causas exactas del percance, la Fiscalía General de la República (FGR) ha abierto una carpeta de investigación. Además, se ha confirmado que el tren cuenta con seguro, por lo que la empresa aseguradora se encargará de reponer los bienes materiales afectados.
El descarrilamiento del Tren Maya en Izamal marca un precedente importante en la operación del proyecto, que hasta ahora no había reportado un incidente de esta magnitud. Las investigaciones en curso serán clave para brindar claridad y reforzar la confianza en la seguridad del servicio.