La virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha escalado la discusión sobre la inminente Reforma Electoral al anunciar no solo la propuesta de eliminar el fuero constitucional para diputados y senadores, sino también al dejar clara su intención de avanzar en el proyecto a pesar de la posible resistencia de la oposición.

Durante una reciente declaración, la mandataria electa confirmó que la iniciativa de reforma —una de las prioridades legislativas de su próximo gobierno y de la bancada mayoritaria en el Congreso— incluirá explícitamente la supresión de la protección legal especial de la que actualmente gozan los legisladores federales.
“Como parte de la reforma electoral, la presidenta Sheinbaum adelantó que una de las propuestas contempla la posibilidad de eliminar el fuero para diputados y senadores”, señaló la oficina de la próxima presidenta, confirmando una promesa de campaña.
Más allá de la medida de austeridad y combate a privilegios, la declaración de Sheinbaum se interpretó como una firme postura ante los posibles bloques de la oposición. Fuentes cercanas a su equipo indicaron que la presidenta está determinada a utilizar su capital político y la mayoría calificada proyectada en el Congreso para asegurar la aprobación de la reforma en el periodo ordinario de sesiones.
La eliminación del fuero es vista por el sector gobernante como un paso crucial hacia la rendición de cuentas y la erradicación de los privilegios de la clase política, permitiendo que los legisladores puedan ser procesados penalmente como cualquier otro ciudadano por delitos del orden común y federal.
Se espera que la iniciativa sea presentada formalmente ante el Congreso de la Unión en los primeros meses de la nueva legislatura, poniendo a prueba la cohesión de la alianza gobernante y la capacidad de resistencia de los partidos minoritarios.