En las primeras horas del miércoles, el régimen de Corea del Norte llevó a cabo el lanzamiento de un misil balístico en el Mar del Japón, según informó el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur. Este acontecimiento representa la primera vez en la semana que Pyongyang dispara un artefacto de esta naturaleza, desde el lanzamiento de un misil balístico intercontinental de propulsión sólida (ICBM) el pasado 12 de julio.
Las autoridades surcoreanas se encuentran actualmente analizando las especificaciones detalladas del misil, como el modelo del proyectil y la distancia de vuelo, para obtener una comprensión más precisa de la capacidad y la amenaza que representa para la región.
Este lanzamiento se interpreta como una respuesta directa al fortalecimiento del poder de disuasión extendido entre Corea del Sur y Estados Unidos, que tuvo lugar el día martes. Ambos países establecieron el Grupo Consultivo Nuclear (NCG), un organismo consultivo destinado a reforzar su capacidad disuasoria conjunta. Como parte de esta acción, el Submarino Nuclear Estratégico Kentucky de la Marina de los Estados Unidos ingresó al puerto de Busan.
Las tensiones en la región han sido palpables, y la hermana del líder norcoreano, Kim Yo-jong, también viceministra del Partido de los Trabajadores de Corea, expresó su posición en una declaración el día 17. En sus palabras, afirmó que las conversaciones de desnuclearización son prácticamente imposibles, incluso si las tropas estadounidenses se retiran de Corea. Además, manifestó su descontento y protesta contra la disuasión ampliada entre Corea del Sur y Estados Unidos.
El lanzamiento del misil balístico por parte de Corea del Norte representa una clara muestra de su postura ante la creciente cooperación y alianza entre sus vecinos del sur y Estados Unidos. La situación sigue siendo delicada, y la comunidad internacional se mantiene atenta a cualquier desarrollo adicional en la región.