Hoy se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de las Desapariciones Forzadas, una fecha que busca recordar y honrar a las personas que han sido privadas de su libertad y de su destino por agentes del Estado, grupos armados o individuos que actúan con su apoyo. También se busca sensibilizar sobre la gravedad de este crimen y exigir a los gobiernos que cumplan con sus obligaciones de prevenirlo, investigarlo y sancionarlo.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), este día se celebra desde el año 2011, tras una resolución de la Asamblea General. La ONU define la desaparición forzada como “la detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación de libertad por agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley”.
En México, este día tiene una especial relevancia, ya que se estima que hay más de 111 mil personas desaparecidas en el país, según datos oficiales. Las familias de las víctimas han salido a las calles a protestar y a exigir justicia y verdad. Con carteles, fotos y consignas, han recorrido diversas ciudades del país para hacer visible su dolor y su lucha. Algunas de sus demandas son la búsqueda efectiva de sus seres queridos, la reparación integral del daño, la garantía de no repetición y el castigo a los responsables.
El gobierno mexicano ha reconocido la existencia de una crisis humanitaria y ha creado instancias como la Comisión Nacional de Búsqueda, la Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos y el Sistema Nacional de Búsqueda. Sin embargo, las organizaciones civiles y los colectivos de familiares han denunciado la falta de recursos, voluntad política y coordinación entre las autoridades para atender este grave problema .
El Día Internacional de las Víctimas de las Desapariciones Forzadas es una oportunidad para reflexionar sobre esta violación a los derechos humanos que afecta a miles de personas en México y en el mundo. También es una ocasión para solidarizarse con las familias que buscan incansablemente a sus seres queridos y para exigir al Estado que cumpla con su deber de garantizar su derecho a la verdad, la justicia y la memoria.