El desfile de navidad “Celebremos con Alegría” llevado a cabo el jueves por la tarde, logró reunir a alrededor de 60 mil personas en las principales calles de la capital, destacó el gobierno del estado.
En punto de las cinco de la tarde, los motociclistas de la Dirección de Policía y Seguridad Vial (DPSV) encendieron las sirenas para abrir paso al contingente formado por 16 vehículos adornados con distintos temas alusivos a la navidad y cerca de 900 participantes, que comenzaron el recorrido de la Máquina 30-30.
La Banda Sinfónica del Estado marcó el paso a los soldaditos de plomo del Sistema Estatal DIF y al contingente de banderas que coordinó el Instituto de la Juventud; en total, en el contingente navideño participaron 24 dependencias del Gobierno de Zacatecas, así como de los ayuntamientos de Guadalupe, Fresnillo y Zacatecas.
En el otro bloque, los asistentes que llenaron las aceras de la avenida González Ortega e Hidalgo, así como las gradas instaladas a la altura del Banco Banamex, el Portal de Rosales y el Teatro Calderón, pudieron apreciar las habilidades de las bastoneras de Fresnillo y del Colegio Santa Elena; al que siguió el contingente de la Casa Cuna Plácido Domingo.
A esta convocatoria respondieron con entusiasmo también 10 empresas de la región; 20 Simis Navideños se balancearon al ritmo de la música para deleite de chicos y grandes, así como el representativo del Issstezac, cuyos duendes realizaron el recorrido, que terminó en la calle Juan de Tolosa, al ritmo de zumba.
El Bochito Navideño y el contingente de zancos también despertaron la algarabía del público, que rompió en aplausos al aparecer la Caravana Coca Cola. No faltaron las esferas, Santa y los renos, Rodolfo, así como otros personajes navideños y, por supuesto, el Grinch y un nacimiento de botargas.
La ambientación musical tuvo representación con las bandas sinfónicas de Guadalupe y de Fresnillo, el grupo de niñas del DIF, el ballet folklórico de la Secretaría de Educación y la batucada de la minera Orla Camino Rojo. En tanto que, el paisaje nevado fue aportación del Hotel Santa Rita, que dispersó espuma frente al mercado González Ortega.
