En mayo, Putin criticó a los funcionarios de las organizaciones deportivas internacionales por “dañar el movimiento olímpico internacional”, argumentando que el deporte debería ser un puente entre naciones y pueblos, especialmente en tiempos de conflictos. El ministro de Deportes, Oleg Matitsin, también respaldó la propuesta y señaló que el objetivo es garantizar que los deportistas y las competiciones internacionales no sean utilizados con fines políticos, enfatizando la importancia de la igualdad de derechos y el respeto entre todos los participantes.
En los últimos meses, Rusia ha estado buscando apoyo para defender su participación en los Juegos Olímpicos de París, a pesar de la oposición de Ucrania y muchos países occidentales debido a la intervención militar rusa en Ucrania. Recientemente, tanto la asociación de comités olímpicos de Asia como de África dieron luz verde a la participación de deportistas rusos y bielorrusos en los Juegos Olímpicos de París.
El Comité Olímpico Internacional (COI) aprobó en marzo la participación de los deportistas rusos y bielorrusos como neutrales, pero rechazó la participación de equipos nacionales y deportistas vinculados a la guerra o a clubes relacionados con el ejército y las fuerzas de seguridad. Según Matitsin, si las condiciones del COI no cambian significativamente, se espera que alrededor de 180 deportistas rusos participen en las fases de clasificación de sus respectivas disciplinas.
La propuesta de los Juegos BRICS por parte de Putin busca ofrecer una alternativa a Rusia en caso de que su participación en los Juegos Olímpicos de París se vea afectada. La realización de los Juegos BRICS implicaría la colaboración de cinco importantes naciones, brindando a los deportistas rusos y a otros países de la alianza la oportunidad de competir y promover el espíritu deportivo en un entorno internacional. La propuesta será discutida en la próxima cumbre de los BRICS, donde se espera obtener mayor claridad sobre la viabilidad y aceptación de esta iniciativa.
