Estados Unidos y China han iniciado conversaciones comerciales en Ginebra, Suiza, con el objetivo de aliviar las tensiones comerciales entre ambas naciones. La delegación china está liderada por el vicepresidente Liu He, aunque según CCTV, el vicepresidente de Lifeng lidera la delegación de China, mientras que el secretario del Tesoro, aunque no se ha confirmado oficialmente quien asistirá por parte de EE. UU se rumoró que podría asistir Scott Bessent, representa a los Estados Unidos.

Estas conversaciones se producen en un contexto de disminución del comercio y creciente tensión económica entre ambos países. Los aranceles actuales, que incluyen un impuesto estadounidense del 145% en la mayoría de las importaciones chinas y una contra-tarifa china del 125%, han reducido significativamente los volúmenes comerciales.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha sugerido la posibilidad de reducir los aranceles sobre los productos chinos al 80%, lo que podría ser un paso hacia la resolución de la guerra comercial. Sin embargo, el secretario del Tesoro ha minimizado las expectativas, enfatizando la importancia de reiniciar el diálogo.

La guerra comercial ha tenido un impacto significativo en la economía de ambos países. En Estados Unidos, los consumidores están sintiendo el aumento de los precios, y se espera que la inflación aumente. De hecho, Goldman Sachs advirtió que una métrica de inflación clave podría duplicarse al 4% para fin de año. En China, las exportaciones a los Estados Unidos han caído un 21% en abril, lo que ha afectado negativamente al sector manufacturero del país ¹.

En resumen, las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China son un paso importante hacia la resolución de la guerra comercial que ha afectado negativamente a ambas economías. Aunque no se esperan resultados inmediatos, el diálogo puede ser un paso hacia la reducción de los aranceles y la estabilización del comercio entre ambos países.