La familia del expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, compartió la desgarradora noticia del fallecimiento de su querido perro, Bo, a través de sus cuentas de redes sociales. Sus publicaciones fueron elogios conmovedores y emotivos, que reflejaban su profundo vínculo con su estimado “Primer perro”.
En respuesta al anuncio de la familia sobre la muerte de su perro, Bo, que había estado luchando contra el cáncer, miles de personas ofrecieron sus condolencias.
Obama observó que su amigo canino y fiel compañero tenía una presencia tranquilizadora en días de alegría y tristeza.
Bo, un perro de agua portugués, era llamado coloquialmente el “Primer perro de los Estados Unidos”, un apodo análogo al título que tenía la esposa del presidente. Sin embargo, es incorrecto sugerir que Bo es el primer perro que ha vivido en la Casa Blanca. Las mascotas presidenciales han sido permitidas allí desde la presidencia de George Washington. El número preciso de animales que han residido en los terrenos de la Casa Blanca es incierto. Sin embargo, los registros históricos indican que sólo tres líderes presidenciales no tenían mascotas: James K. Polk, Andrew Johnson y Donald Trump.
La familia Obama tenía dos perros de agua portugueses, Bo y Sunny. El público estadounidense tenía en gran estima a estas mascotas presidenciales y recibía considerables cartas de admiradores de niños de todo Estados Unidos. La familia Obama, en sus publicaciones, expresó su profunda gratitud por el tiempo que pudieron pasar con su amado “Primer Perro”.