Las torrenciales lluvias que azotaron este lunes la Ciudad de México han desatado un verdadero caos, transformando las vialidades en ríos y sumiendo a la ciudad en una emergencia. Los encharcamientos masivos han paralizado el tráfico en incontables puntos, llevando al límite la capacidad de respuesta de los cuerpos de emergencia. La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), el Heroico Cuerpo de Bomberos y personal de Protección Civil trabajan sin descanso ante la magnitud del desastre.

La situación es crítica, especialmente en la alcaldía Iztapalapa, declarada como la zona de mayor impacto. Sus autoridades han confirmado que al menos 10 puntos de la demarcación han sido severamente golpeados por una implacable tormenta que descargó hasta 49 milímetros de agua en cuestión de horas. La alcaldía ha desplegado a todo su personal de Protección Civil, Servicios Urbanos y Direcciones Territoriales en un intento desesperado por contener la crisis.

Mientras tanto, en medio de la inundación, el nivel del agua apenas comienza a ceder, gracias a los extenuantes trabajos de desazolve y limpieza emprendidos por los heroicos Bomberos y el personal de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC). La capital está bajo el agua, y las autoridades mantienen un monitoreo constante, emitiendo una urgente advertencia a la ciudadanía para que extreme las precauciones ante lo que podría ser solo el inicio de una temporada de lluvias devastadora.