-El presidente rechaza la “injerencia” de críticas del embajador de Estados Unidos y defiende la soberanía de México en medio de tensiones bilaterales-
Culiacán, Sinaloa.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó como “desafortunadas” e “imprudentes” las declaraciones del embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, quien expresó su preocupación por la propuesta de reforma judicial del mandatario mexicano. Salazar advirtió que la elección popular de jueces, magistrados y ministros podría aumentar la influencia del crimen organizado en el sistema de justicia y afectar la relación comercial entre ambos países.
Durante su conferencia matutina, López Obrador no dudó en criticar lo que consideró una “política prepotente” de Washington hacia América Latina, y rechazó la intervención en los asuntos internos de México. “No vamos a someternos a ningún país ni a ninguna potencia extranjera”, subrayó el presidente, al tiempo que reprochó la actitud intervencionista de Estados Unidos.
Las declaraciones de Salazar, emitidas en una inusual conferencia de prensa, han marcado un cambio de tono en la relación entre ambos países. El embajador estadounidense señaló que la reforma judicial propuesta por López Obrador y su partido, Morena, podría facilitar la manipulación de jueces por parte de cárteles y otros actores con intereses políticos, lo que genera inquietud entre los inversores extranjeros.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México respondió con una nota de protesta, calificando los comentarios de Salazar como una “acción inaceptable de injerencia” y subrayando que el tema es estrictamente interno. La nota diplomática, aunque enérgica, no contempló acciones adicionales que pudieran escalar las tensiones entre las dos naciones.
López Obrador también aprovechó la oportunidad para criticar a los medios de comunicación y a sus adversarios políticos, acusándolos de ser “corruptos” e “hipócritas”. Además, recordó que en 43 de los 50 estados de Estados Unidos, los jueces son elegidos por voto popular, en un intento por desestimar las preocupaciones del embajador Salazar.
Por su parte, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, respaldó las críticas de López Obrador, señalando la ironía de que un país donde los jueces se eligen por voto popular cuestione la propuesta mexicana. En contraste, la oposición en México ha hecho eco de las preocupaciones de Salazar y otros inversores, calificando la reforma judicial como peligrosa.