Luis Rey García Villagrán, conocido como “el traficante de sueños” y coordinador del Centro de Dignificación Humana AC, fue detenido ayer en Tapachula por agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal. Las acusaciones en su contra son graves: delincuencia organizada, tráfico y trata de personas, según informaron fuentes de seguridad.
Esta no es la primera vez que García Villagrán enfrenta a la justicia. En 2022 ya había sido arrestado por la Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Personas y Órganos, de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada, por delitos de tráfico de personas y migración.
El historial de García Villagrán, licenciado en derecho, incluye una condena previa. En 1997, fue sentenciado en Chiapas por secuestro y asociación delictuosa, cumpliendo una pena de 12 años y medio de prisión.
Aunque se presenta como defensor de los derechos de los migrantes, diversas voces lo señalan de exponer a los indocumentados a peligrosos y extenuantes recorridos, e incluso de confrontarlos con grupos delincuenciales o autoridades. También se le acusa de lucrar con la situación de los migrantes, cobrándoles para tramitar amparos y facilitar su tránsito por México.
García Villagrán ha sido un crítico vocal de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y el Instituto Nacional de Migración (INM), denunciando supuestos actos de corrupción. Sin embargo, paradójicamente, a él mismo se le ha señalado de cobrar 500 dólares en la Comar y 2,000 en el INM para agilizar trámites migratorios.
Oriundo de la alcaldía Xochimilco en la Ciudad de México, su reciente detención lo coloca de nuevo en el centro de la polémica, en un contexto donde el flujo migratorio y las condiciones de los indocumentados en México son un tema de constante debate y preocupación.
