Ciudad de México.- La administración de Joe Biden ha planteado un paquete de asistencia a México por 109.7 millones de dólares para 2025, enfocado en fortalecer la lucha contra el tráfico de fentanilo, impulsar el Estado de derecho y atender problemáticas como la crisis migratoria y la sostenibilidad ambiental.
Los recursos serían canalizados a través del Departamento de Estado y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), priorizando la cooperación antinarcóticos y el fortalecimiento institucional.
El paquete incluye 54 millones de dólares provenientes del Fondo de Apoyo Económico (ESF, por sus siglas en inglés) y 53 millones destinados a programas de la Oficina de Control Internacional de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INCLE). Además, 1.7 millones se reservarían para capacitación militar internacional y un millón más para programas de antiterrorismo y desactivación de minas.
Según un informe del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, el incremento de 5.1 millones de dólares respecto al presupuesto de 2023 refleja un enfoque más agresivo en combatir el tráfico de drogas sintéticas como el fentanilo y sus precursores, que representan una creciente amenaza para ambos países.
La aprobación del Congreso estadounidense, donde los republicanos tendrán mayoría, podría incluir restricciones a México, como demostrar avances en reducir el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos, desmantelar organizaciones criminales, respetar solicitudes de extradición y participar en operaciones antinarcóticos conjuntas.
El contexto de esta propuesta ocurre en medio de una creciente presión hacia México, exacerbada por las amenazas del expresidente Donald Trump, quien ha advertido sobre posibles aranceles si no se frenan el tráfico de drogas y los flujos migratorios.
México ha respondido mostrando avances en seguridad. Uno de los más destacados fue el decomiso de más de una tonelada de fentanilo en Sinaloa, equivalente a 20 millones de dosis, el mayor aseguramiento en la historia del país. Este operativo se dio en una región disputada por facciones del Cártel de Sinaloa, mientras que en el Estado de México, la Operación Enjambre desarticuló redes de funcionarios y policías municipales vinculados al crimen organizado.
Estados Unidos mantiene un largo historial de asistencia a América Latina, ajustando su enfoque según sus intereses estratégicos. En el caso de México, la ayuda se ha centrado en la lucha contra el narcotráfico, primero con la Iniciativa Mérida y, más recientemente, con el Entendimiento Bicentenario, que busca abordar la violencia desde una perspectiva de salud pública y desarrollo social.
Para 2025, el financiamiento a la región incluirá esfuerzos para abordar las causas de la migración en Centroamérica, apoyar acuerdos de paz en Colombia, restaurar instituciones democráticas en Venezuela y Haití, y fortalecer la seguridad en el Caribe, con México como un eje central en la lucha contra el narcotráfico.
El próximo año será clave para evaluar si las estrategias bilaterales logran frenar el tráfico de drogas y mejorar las condiciones de seguridad en ambos lados de la frontera.