-Colectivos de búsqueda recorrieron el predio en Teuchitlán, Jalisco, y aseguran que las autoridades han ocultado evidencia. Solicitan una segunda revisión independiente-
El rancho Izaguirre, señalado como un presunto centro de adiestramiento y exterminio en Teuchitlán, fue abierto a familiares de desaparecidos, quienes esperaban encontrar indicios de sus seres queridos. Sin embargo, lo que encontraron fue un escenario que parecía más un museo que un lugar de investigación.
Los colectivos denunciaron que el sitio fue limpiado antes de su llegada. No encontraron zapatos, libretas ni maletas, elementos que previamente se habían reportado en el lugar. Las habitaciones parecían haber sido despejadas y el recorrido fue restringido a ciertas áreas.
“Parece un teatro de terror, pero sin evidencia. Nos traen a ver lo que ellos quieren que veamos”, declaró una de las madres buscadoras, quien exigió que los colectivos puedan trabajar en la zona sin restricciones.
Cansados de esperar en autobuses bajo el sol y sin acceso al agua, algunos familiares ingresaron al rancho por la fuerza, rompiendo el cerco de seguridad. Querían comprobar por sí mismos el trabajo que se ha realizado en la zona, pero encontraron pocas respuestas.
“Nos tienen aquí en fila como si fuera un tour, pero lo que queremos es la verdad”, expresó Lily Meza, representante del colectivo Luz de Esperanza.
Entre los hallazgos reportados por las familias, se encontraron calcetines y otros objetos personales que, según ellos, fueron ignorados por la Fiscalía de Jalisco. Además, una madre detectó una zona del suelo que sonaba hueca, lo que podría indicar la presencia de restos enterrados.
“Los que vinieron antes a limpiar dejaron muchas cosas, pero aún hay evidencia aquí. No nos quieren dejar trabajar”, afirmó un padre de familia de manera anónima.
Ante las múltiples denuncias, la Fiscalía General de la República (FGR) ya tiene en su poder la información proporcionada por la Fiscalía de Jalisco sobre el rancho Izaguirre. Se espera que determine si atraerá el caso para una nueva investigación.
Los colectivos han exigido que se permita una segunda revisión independiente, asegurando que las autoridades estatales han obstaculizado la búsqueda de indicios. Mientras tanto, el dolor y la incertidumbre siguen marcando a quienes buscan respuestas sobre el paradero de sus seres queridos.