-Los vientos de Santa Ana agravan la situación, mientras más de 80,000 personas son evacuadas-
Los Ángeles, California. Un quinto incendio forestal, conocido como Woodley Fire, ha intensificado la crisis en el condado de Los Ángeles, sumándose a otros tres incendios activos que afectan distintas áreas del sur de California. Hasta el momento, dos personas han perdido la vida, más de 1,000 estructuras han sido destruidas y 80,000 residentes han sido evacuados.
El Woodley Fire comenzó en la madrugada del miércoles en la Reserva de Vida Silvestre de Sepúlveda Basin, en Encino, y ha consumido más de 30 hectáreas. Este se encuentra entre el Palisades Fire y el Hurst Fire, que juntos han destruido al menos 200 hectáreas.
El gobernador Gavin Newsom declaró el estado de emergencia debido a los fuertes vientos de Santa Ana, que alcanzan su máxima intensidad y complican los esfuerzos de contención. “Las condiciones actuales están empujando al límite nuestras capacidades”, afirmó Christine Crowley, jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles.
Más de 200,000 personas permanecen sin electricidad, mientras las autoridades trabajan para contener el avance de las llamas que amenazan comunidades habitadas.
Para enfrentar la crisis, se han desplegado más de 1,000 bomberos y se solicitó apoyo de condados cercanos y otros estados. Anthony C. Marrone, director de CalFire, confirmó que los servicios de emergencia operan al máximo de su capacidad.
Entre los incendios más graves se encuentra el Palisades Fire, que ha consumido cerca de 1,200 hectáreas desde el martes y sigue sin ser contenido. En tanto, el Eaton Fire ha causado lesiones graves entre los residentes de Altadena y Pasadena, con daños que continúan en aumento.
Las autoridades locales pidieron a la población seguir las órdenes de evacuación y mantenerse informados a través de los canales oficiales para evitar mayores riesgos.