La jornada electoral para la elección judicial, una contienda que muchos califican de histórica y que promete marcar un antes y un después en el sistema de justicia del país, se desarrolló hoy en medio de un clima de irregularidades y baja participación. Aunque el 95% de las casillas previstas a nivel nacional lograron instalarse, el proceso estuvo empañado por denuncias de falta de información, acarreo de votantes, amenazas, boletas presuntamente marcadas y el uso de “acordeones” o guías ilegales para el llenado de las papeletas.

La premisa fundamental de “el voto es libre y secreto” pareció desdibujarse en esta ocasión, según reportes de diversos puntos del país. Múltiples anomalías fueron señaladas, particularmente en relación con la integridad de las boletas y la asesoría ofrecida a los ciudadanos al momento de emitir su sufragio, lo que generó dudas sobre la verdadera autonomía del votante.

A pesar de la expectativa que rodeaba esta elección, la afluencia en las urnas fue notoriamente baja, resultando en un porcentaje de votos totales significativamente menor al esperado. Esta escasa participación podría reflejar la confusión generada por la falta de información clara sobre el proceso o la desconfianza ante las presuntas irregularidades.
Los Cómputos Distritales Judiciales, que determinarán los resultados finales de esta contienda, dieron inicio puntualmente a las 19:00 horas. Sin embargo, a diferencia de otros procesos electorales, los ciudadanos mexicanos no conocerán los resultados de manera inmediata. Se estima que estos cómputos podrían extenderse hasta el martes 10 de junio, o incluso antes, dependiendo de su conclusión. Esta dilación en la divulgación de los resultados añade una capa de incertidumbre a una jornada ya de por sí controvertida.