-La Cámara de Diputados avala reforma constitucional que transfiere el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, generando debate sobre la militarización de la seguridad pública-
CDMX.- La Cámara de Diputados aprobó en las primeras horas de este viernes la reforma a doce artículos de la Constitución Política para traspasar la Guardia Nacional de la Secretaría de Seguridad a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), intensificando el debate sobre la militarización de la seguridad pública en México.
Después de un acalorado debate que se prolongó por 16 horas, el pleno de San Lázaro avaló en lo particular, con 353 votos a favor y 126 en contra, el proyecto presidencial. La iniciativa fue turnada al Senado de la República para su análisis y posible ratificación.
Durante la discusión, se admitió una reserva propuesta por Morena para subrayar el carácter militar de la corporación y excluir de ésta al “personal marino”. Esto generó más cuestionamientos de las bancadas del PRI y Movimiento Ciudadano, quienes acusaron que esta decisión profundiza la militarización de la seguridad pública.
Gibrán Ramírez, diputado de MC, calificó el cambio como la “reserva del descaro”. “Se la pasaron diciendo que no se trataba de militarizar la seguridad pública de México y ahora lo plantean tal cual”, criticó. Por su parte, Rubén Moreira, coordinador del PRI, alertó que esta modificación desplazará a marinos y ex policías federales de la Guardia Nacional, abriendo la puerta a cadetes del Colegio Militar.
A pesar de las críticas, Leonel Godoy, vicecoordinador de Morena, negó que se esté militarizando la seguridad pública. “Lo que estamos dejando claro es que la disciplina militar y la función policial son dos aspectos de la tarea que tiene un guardia nacional”, argumentó, defendiendo el traspaso a la Sedena y negando la militarización de la seguridad pública.
El PAN también alzó la voz. Germán Martínez Cázares acusó al gobierno actual de ser “el sexenio de la muerte, de la sangre y del militarismo”. Mientras tanto, desde el bloque oficialista, Clara Luz Flores justificó la participación militar en acciones contra la delincuencia, señalando que se necesitaba una policía con valores y principios tras años de corrupción.
El proyecto de reforma otorga a la Guardia Nacional la facultad constitucional de investigar delitos y concede a sus elementos el fuero militar previsto en el artículo 13 constitucional. Además, redefine a la corporación como una “fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial, dependiente de la Secretaría de la Defensa Nacional”, profundizando así en la militarización de la seguridad pública.
Legisladores de oposición presentaron 433 reservas al dictamen para su discusión en lo particular, pero ninguna logró frenar la aprobación. Entre pancartas y descalificaciones, acusaron a la mayoría de impulsar la militarización de la seguridad pública, mientras que el oficialismo defendió la necesidad de fortalecer a la Guardia Nacional bajo el mando de la Sedena para hacer frente a la violencia y el crimen organizado.
Ahora, el Senado tendrá la tarea de analizar y, en su caso, ratificar esta reforma que ha polarizado al país en torno al papel de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública y la posible militarización de la seguridad pública en México.
