-A casi un año de asumir la titularidad de la ANAM, su gestión se evalúa por resultados: ingresos históricos, operativos contra el contrabando y modernización del sistema aduanero-
Al cierre de 2025, la gestión de Rafael Marín Mollinedo al frente de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) se coloca bajo el reflector por un criterio central: resultados medibles. Lejos del discurso político, el balance del año se construye a partir de cifras de recaudación, operatividad y control del comercio exterior.
Marín Mollinedo asumió la titularidad de Aduanas a inicios de 2025, en un contexto marcado por dos retos estructurales: incrementar los ingresos federales provenientes del comercio exterior y cerrar espacios al contrabando y a la evasión fiscal. A lo largo del año, el énfasis de su administración se concentró en fortalecer los mecanismos de fiscalización, ampliar el uso de tecnología y mejorar la coordinación interinstitucional.
De acuerdo con reportes oficiales difundidos durante el primer semestre del año, entre enero y mayo de 2025 la recaudación aduanera superó los 593 mil millones de pesos, lo que representó un crecimiento significativo frente al mismo periodo del año anterior. Estas cifras colocaron a las aduanas como uno de los pilares de ingreso más relevantes para las finanzas públicas federales durante 2025.
En paralelo, la ANAM informó diversos operativos contra mercancía ilegal en puntos estratégicos del país. Uno de los más relevantes fue el decomiso de contenedores con productos de procedencia irregular en la aduana de Pantaco, en la Ciudad de México, acción que evidenció el enfoque de la actual administración en el combate frontal al contrabando, particularmente en sectores sensibles como textiles, electrónicos y productos de importación masiva.
Otro eje de la gestión fue la modernización de infraestructura. Durante el segundo semestre del año se dio a conocer la ampliación y fortalecimiento de aduanas clave, como la de Veracruz, con inversiones orientadas a reducir tiempos de despacho, incrementar la capacidad operativa y ampliar el uso de sistemas de revisión no intrusiva. Estas acciones buscaron equilibrar dos objetivos que históricamente han estado en tensión: facilitar el comercio legal y, al mismo tiempo, reforzar los controles.
En el plano internacional, la ANAM mantuvo presencia en foros de cooperación aduanera y comercio exterior, fortaleciendo la interlocución de México con organismos y autoridades de otros países, particularmente en temas de digitalización, comercio electrónico y control de mercancías de alto riesgo.
Así, al concluir 2025, la evaluación sobre Rafael Marín Mollinedo se centra menos en anuncios y más en indicadores. La recaudación, la capacidad operativa y el combate al contrabando se convirtieron en los parámetros con los que se mide su gestión, en un año en el que las aduanas volvieron a ocupar un lugar estratégico en la agenda fiscal y económica del país.
