-Con más de 9 mil soldados y vehículos blindados en la frontera, Trump busca frenar la migración con un enfoque militar inédito-
Washington, D.C.- El gobierno de Donald Trump ha comenzado un fuerte despliegue militar en la frontera con México, con el envío de brigadas de infantería, vehículos blindados y helicópteros de combate, como parte de un plan para declarar la franja fronteriza “zona de seguridad militar”. La medida, que eleva la presencia de tropas a más de 9 mil, ha sido duramente criticada por autoridades locales y defensores de derechos humanos.
El despliegue incluye vehículos Stryker —blindados diseñados para zonas de guerra—, helicópteros Black Hawk y Chinook, y la presencia de una brigada de combate de 4,400 efectivos. El objetivo es patrullar los límites territoriales de México y convertir la franja fronteriza, en zonas sin río natural, en terreno militar bajo control del Ejército de Estados Unidos.

Organizaciones civiles han advertido que la militarización de la frontera representa un riesgo para la población migrante, al poner a soldados sin entrenamiento civil en contacto directo con personas en situación vulnerable. También se ha cuestionado la eficacia de estas fuerzas en tareas tradicionalmente asignadas a la Patrulla Fronteriza.
El plan, aún no firmado oficialmente por Trump, contempla el uso de la Reserva Roosevelt como “banda de amortiguamiento” de hasta 1,100 kilómetros entre Ciudad Juárez y San Diego. La idea no es nueva: ya había sido explorada durante su primer mandato con la construcción del muro fronterizo.