- Olinia, será el primer auto eléctrico hecho por mexicanos y “armado” en el país, pero, ¿será como los que te encontrabas en una tienda departamental?…
Claudia Sheinbaum, actual presidenta de México, ha delineado una visión ambiciosa para el futuro tecnológico del país, cimentada en el aumento gradual del presupuesto para ciencia y tecnología. Esta iniciativa no solo busca financiar proyectos, sino también coordinar a los grupos de investigación mexicanos para transformar el conocimiento en desarrollo tangible. La promesa de Sheinbaum se ve respaldada por un listado de 100 compromisos, entre los que destacan la creación de un centro de ciberseguridad, el desarrollo de un automóvil eléctrico y la producción nacional de semiconductores.
México, históricamente rezagado en inversión en investigación y desarrollo, enfrenta el desafío de transformar estos compromisos en realidades que impulsen su competitividad global. Sheinbaum ha dejado claro que su apuesta es integrar al talento científico mexicano en el proceso de desarrollo nacional. Ejemplos como la fabricación de drones y software nacionales refuerzan la narrativa de un México que busca avanzar hacia la autosuficiencia tecnológica, evitando la dependencia extranjera.
El enfoque de Sheinbaum no se limita a incrementar el presupuesto de manera progresiva, sino que también plantea una estrategia integral que involucra tanto a jóvenes investigadores como a expertos en áreas como inteligencia artificial y robótica. Esto sugiere una visión a largo plazo que conecta el talento mexicano con sectores estratégicos globales, posicionando al país como un jugador relevante en la innovación tecnológica.
Sin embargo, el reto no es solo económico. La implementación de estos proyectos dependerá de una infraestructura que respalde la investigación y de políticas públicas que aseguren la correcta ejecución de las promesas. Es fundamental que las instituciones educativas y las empresas colaboren estrechamente para que el conocimiento científico no se quede en laboratorios, sino que se traduzca en productos y servicios que beneficien a la sociedad mexicana.
La apuesta de Sheinbaum por la ciencia y tecnología es una jugada crucial en un mundo donde la innovación define la competitividad de las naciones. México tiene la oportunidad de posicionarse como un referente, pero el éxito dependerá de cómo se ejecuten estas promesas en los próximos años. Si el país logra alinear su talento y recursos, podría estar en el umbral de una transformación tecnológica sin precedentes.
Y es así como Claudia, nuestra Presidenta, tendrá la oportunidad de hacer historia y diferenciar sus próximos 6 años de gobierno, de su antecesor; quien para muchos represento un “atraso” no solo ideológico, para el país.
