Por José Núñez
Columnista Político
El 2024 marca un hito trascendental en la historia de México. El fin del sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no solo cierra un capítulo cargado de transformaciones, retos y controversias, sino que también abre paso a un nuevo escenario político: el arribo de Claudia Sheinbaum Pardo como la primera mujer en ocupar la presidencia del país. Este cambio no solo simboliza un relevo de liderazgo, sino también una oportunidad para consolidar avances, corregir errores y renovar la visión hacia un futuro más inclusivo y progresista.
El legado de AMLO: transformaciones y desafíos
Desde su llegada al poder en 2018, AMLO trazó un camino basado en su proyecto de la Cuarta Transformación (4T), una agenda que prometía erradicar la corrupción, reducir las desigualdades y devolver el poder al pueblo. Su administración implementó programas sociales ambiciosos como “Sembrando Vida”, “Jóvenes Construyendo el Futuro” y “Pensión Universal para Adultos Mayores”, que beneficiaron a millones de mexicanos. Asimismo, proyectos de infraestructura como el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y la Refinería Dos Bocas buscaban detonar el desarrollo regional.
Sin embargo, su gobierno también estuvo marcado por críticas y desafíos. La polarización política, decisiones polémicas como la militarización de la seguridad pública, la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y un manejo cuestionado de la pandemia de COVID-19 generaron divisiones en la sociedad. Además, los índices de violencia se mantuvieron elevados, y el crecimiento económico no alcanzó los niveles esperados. Estos puntos generan un escenario en el que el cambio de liderazgo no solo es inevitable, sino también necesario.
Por qué el cambio de liderazgo es positivo para México
El fin de un sexenio siempre representa una oportunidad para la reflexión, el aprendizaje y la mejora. A continuación, exploramos por qué el relevo presidencial puede ser una evolución positiva para México:
1. Una oportunidad para consolidar los avances
AMLO sentó las bases de una política social robusta y de proyectos de infraestructura de gran envergadura. Un nuevo liderazgo puede tomar estos pilares y garantizar su continuidad, mientras implementa las correcciones necesarias para optimizar su impacto.
2. Renovación de estrategias en seguridad y economía
Los retos en seguridad pública y crecimiento económico exigen enfoques frescos. Claudia Sheinbaum, como científica y política pragmática, tiene la posibilidad de implementar estrategias basadas en evidencia que aborden la inseguridad y detonen un desarrollo económico sostenible.
3. Promoción de un liderazgo inclusivo
La llegada de una mujer a la presidencia simboliza un avance histórico en la lucha por la igualdad de género. Este cambio puede promover una visión de liderazgo más incluyente y equilibrada, marcando un precedente positivo en la política mexicana.
Claudia Sheinbaum: expectativas para la primera presidenta de México
Claudia Sheinbaum, con su formación académica y experiencia como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, llega al cargo con una agenda ambiciosa. Su trayectoria como científica, activista ambiental y política de izquierda la posiciona como una figura con el potencial de liderar una transformación significativa.
1. Continuidad de la Cuarta Transformación
Sheinbaum ha sido una aliada cercana de AMLO y se espera que dé continuidad a los principios fundamentales de la 4T. No obstante, su reto será imprimir su propio estilo de gobierno, manteniendo los programas sociales y los proyectos clave, pero adaptándolos para garantizar su sostenibilidad y eficiencia.
2. Un enfoque científico en la política pública
Como académica y doctora en ingeniería energética, Sheinbaum tiene la oportunidad de abordar los problemas del país desde una perspectiva técnica y basada en evidencia. Esto podría ser crucial para temas como el cambio climático, la transición energética y la innovación tecnológica.
3. Reducción de la polarización
Uno de los principales desafíos que enfrentará será unir a un país polarizado. Su liderazgo podría centrarse en promover el diálogo y tender puentes entre los diferentes sectores de la sociedad, impulsando una narrativa de unidad y progreso colectivo.
4. Impulso a la equidad de género
El hecho de ser la primera presidenta de México no solo es un logro simbólico, sino también una oportunidad para implementar políticas que promuevan la equidad de género. Esto incluye mayores oportunidades laborales para mujeres, protección contra la violencia de género y apoyo a madres trabajadoras.
5. Reforma educativa y atención a la salud
Se espera que Sheinbaum priorice áreas como la educación y la salud pública. Durante su gestión en la Ciudad de México, promovió programas de educación gratuita y mejoras en los servicios de salud, lo que podría replicarse a nivel nacional.
Retos para el gobierno de Sheinbaum
Aunque las expectativas son altas, Claudia Sheinbaum enfrentará desafíos significativos:
- Crisis de seguridad: La violencia sigue siendo una de las mayores preocupaciones para los mexicanos. Adoptar un enfoque más integral que combine prevención, justicia y reconstrucción del tejido social será fundamental.
- Economía estancada: La atracción de inversión extranjera, el impulso al sector tecnológico y la diversificación económica serán esenciales para garantizar un crecimiento sostenido.
- Cambio climático: Como activista ambiental, Sheinbaum tendrá la tarea de posicionar a México como un líder en la lucha contra el cambio climático, promoviendo energías limpias y políticas sostenibles.
Conclusión: un nuevo capítulo para México
El fin del sexenio de AMLO no debe interpretarse como un cierre definitivo, sino como la transición hacia un nuevo capítulo en la historia de México. Claudia Sheinbaum, con su visión y experiencia, tiene la oportunidad de consolidar los avances logrados durante la Cuarta Transformación y abordar los desafíos que aún persisten.
Su liderazgo será crucial para definir el rumbo del país en los próximos años, y su éxito dependerá de su capacidad para unir a la nación, implementar políticas efectivas y garantizar que el progreso sea inclusivo y sostenible. En este momento histórico, México no solo celebra el cambio de presidente, sino también la posibilidad de construir un futuro más justo, equitativo y próspero.