Científicos de la NASA han anunciado hoy el descubrimiento de un exoplaneta que orbita dentro de la “zona habitable” de su estrella, un hallazgo que ha sido posible gracias al Telescopio Espacial Kepler, reactivado recientemente mediante una colaboración internacional para la búsqueda de mundos potencialmente habitables más allá de nuestro sistema solar.
El exoplaneta, designado como Kepler-186f, se encuentra a unos 500 años luz de la Tierra, en la constelación del Cisne. Con un tamaño sólo un 10% mayor que la Tierra, el planeta se sitúa a una distancia de su estrella que le permitiría, en teoría, tener agua líquida en su superficie — una condición esencial para la vida tal y como la conocemos.
“Este es un hito en la búsqueda de planetas similares a la Tierra”, afirmó el Dr. Jonathan Quintana, director del equipo de investigación. “Por primera vez, hemos encontrado un planeta que no sólo es rocoso y del tamaño adecuado, sino que también orbita en la zona donde la temperatura podría permitir la existencia de agua líquida”.
El descubrimiento fue posible gracias a un análisis meticuloso de los datos recopilados por Kepler antes de que terminara su misión principal en 2018. Un equipo internacional de astrónomos, ingenieros y científicos de datos trabajaron para desarrollar un algoritmo avanzado capaz de detectar señales que previamente eran demasiado débiles para ser observadas.