En un giro sorprendente, Emma Coronel Aispuro, esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue liberada bajo libertad condicional en Estados Unidos después de cumplir parte de su condena en prisión. Su condena inicial de 36 meses fue reducida a 31 meses debido a su cooperación y comportamiento ejemplar durante su reclusión.
El pasado 13 de septiembre marcó el final de dos años y medio de cautiverio para Coronel Aispuro, quien salió de la residencia de transición de Long Beach en la que había estado confinada. Las autoridades del Buró Federal de Prisiones confirmaron su liberación, señalando que por razones de privacidad y seguridad, no proporcionarían detalles adicionales sobre su situación.
Durante su tiempo tras las rejas en Estados Unidos, Coronel pasó por tres centros de detención, comenzando en el Centro de Detención de Adultos William G. Truesdale en Alexandria, Virginia. Fue condenada en noviembre de 2021 a tres años de prisión y cuatro años de libertad supervisada por cargos relacionados con el narcotráfico y lavado de dinero en favor del Cártel de Sinaloa.
En febrero de 2022, Coronel fue trasladada al Centro Médico Federal (FMC) Carswell, una prisión federal de mínima seguridad para mujeres en Fort Worth, Texas. Finalmente, el 30 de mayo de 2023, como parte de un programa de reinserción social, fue enviada a una casa de transición en Los Ángeles, California.
Sin embargo, su liberación no significa una total exoneración. Emma Coronel enfrenta estrictas condiciones, que incluyen cuatro años de supervisión continua por parte de la Oficina de Estadísticas Laborales. Su residencia será determinada por agentes de esta institución y no podrá abandonar el distrito asignado sin previa autorización.
Además, deberá mantener un empleo a tiempo completo, cumpliendo un mínimo de 30 horas laborales por semana. Hasta el momento, se desconoce si sus hijas podrán vivir con ella o si se le permitirá viajar a México o visitar a “El Chapo”.
La reducción de su condena se basa en un acuerdo de culpabilidad que Emma Coronel aceptó con el Gobierno de Estados Unidos, en el cual reconoció su participación en el Cártel de Sinaloa, pero no colaboró proporcionando información sobre otros miembros de la organización. El juez Rudolph Contreras y el fiscal Anthony Nardozzi consideraron su cooperación limitada y su bajo rol en el grupo criminal como factores para la reducción de su sentencia.
La liberación de Emma Coronel Aispuro marca un capítulo más en la compleja historia del narcotráfico en México y Estados Unidos, y plantea preguntas sobre su futuro y su relación con “El Chapo” Guzmán.
