-La lucha solitaria del Dr. Acosta contra la corrupción en el sector salud: ¿Por qué deben llegar las cosas a este extremo? –
MÉXICO.- En un acto que subraya la profunda crisis en el sistema de salud mexicano, el Dr. Sixto Ferrel Acosta Sauceda, médico epidemiólogo de la CMF Balbuena del ISSSTE, ha llevado su protesta al límite al declararse en huelga de hambre. Tras 21 días sin ingerir alimentos, su salud se deteriora alarmantemente. Pero, ¿qué lleva a un profesional de la salud a tomar medidas tan extremas?
El Dr. Sixto Ferrel Acosta lucha contra la corrupción en el ISSSTE
El Dr. Sixto Ferrel denuncia una serie de injusticias flagrantes: desde el abuso de autoridad y la corrupción rampante hasta el acoso laboral y sexual, sin olvidar la venta ilegal de plazas y servicios médicos que ya deberían estar cubiertos por el Estado, esto por parte de la directora de la institución, la Dra. Irma Navarro Leal. Su lucha no es solo por su dignidad sino por la de todos los derechohabientes y colegas sometidos a un sistema donde la corrupción parece ser la norma, no la excepción.
La situación que enfrenta el Dr. Acosta es emblemática de un problema mayor en México: la necesidad de que los profesionales de la salud recurran a medidas desesperadas para ser escuchados. ¿Por qué deben llegar las cosas a este extremo? ¿Por qué las autoridades y las instituciones correspondientes, como la Dirección General del ISSSTE, el Sindicato Nacional del ISSSTE, la CNDH y la Secretaría de Gobernación, no han respondido de manera resolutiva?
La huelga de hambre del Dr. Sixto Ferrel Acosta no solo es un llamado a la justicia en su caso particular sino un reflejo de un sistema que requiere una transformación profunda. El apoyo de derechohabientes, compañeros de trabajo, organizaciones justicieras, vecinos y ciudadanos en general es un claro indicativo del hartazgo generalizado frente a la corrupción y el maltrato en el sector salud.
Este caso pone de manifiesto la urgente necesidad de abrir canales de diálogo efectivos que permitan a los médicos y trabajadores del sector salud expresar sus preocupaciones sin temor a represalias. La salud de la población y la integridad de los profesionales que la defienden no pueden seguir siendo moneda de cambio en juegos de poder y corrupción.
La lucha del Dr. Acosta Sauceda es un recordatorio crudo de que, mientras haya “mercaderes en el templo”, habrá voces que se levanten en indignación. Su huelga de hambre es un símbolo de resistencia, pero también una crítica punzante a un sistema que parece haber olvidado su razón de ser: servir y proteger a la población con calidad, respeto y dignidad.